Unos años después de que la Guerra de las Castas se había puesto en marcha en Yucatán, un nuevo culto religioso apareció entre las filas de los rebeldes; El Culto de la Cruz Parlante. Los miembros de este culto fueron llamados el Cruzoob, la palabra cruz pluralizada por el sufijo Maya, oob. La creencia en una cruz que habla no era difícil para los Maya, quien tienen una larga tradición de “ídolos habladores,” dos de los cuales se habían localizados en Cozumel cuando los Españoles llegaron en 1518; una en el templo de Ixchel en San Gervasio, que contuvo el “ídolo hablador” descrito por Francisco López de Gómara en 1552, y otra localizada en Xamancab (hoy San Miguel) descrita por Juan Díaz en 1518. El interior del templo en Xamancab tenía un pequeño cuarto en la espalda donde la estatua del ídolo parlante estaba de pie. Gómara declaró que esto era un cuarto “donde ellos guardaron a un ídolo muy extraño, muy distinto de los demás. El cuerpo de este gran ídolo era hueco, hecho de arcilla cocida al horno y sujetó a la pared con mortero, en la espalda era algo como una sacristía, donde los sacerdotes tenían un pequeño puerta secreto cortado en el lado del ídolo, en el cual una de ellos entraría, y desde adentro el ídolo hablan a y contestan aquellos que vinieron para adorar y pedir favores. Con este engaño, los hombres simples fueron hechos para creer cualquier cosa el dios les dijo.”
El Culto de la Cruz Parlante empezó el 15 de octubre de 1850, cuando una cruz de madera vestida con un huipil fue erigida al lado de un cenote cerca donde la ciudad Felipe Carrillo Puerto creció más tarde. A un lado de la cruz, un ventrílocuo maya lanzaría su voz, haciéndo aparecer como sus palabras venían directamente de la cruz. La cruz (o ventrílocuo, mejor dicho) dijo a los rebeldes que habían sufrido bastante y ahora ellos estaban elegidos por Dios para ser su gente preferida. Muchos rebeldes Mayas cayeron por la artimaña y pronto una nueva ciudad fue establecida alrededor de la cruz, nombrada Xbalam Na Kampocolche Chan Santa Cruz. También, los rebeldes Mayas empezaron una nueva teocracia militar, encabezada por los sacerdotes del Cruzoob que interpretaban los mensajes del ventrílocuo. Poco más tarde, el ventrílocuo fue sustituido por un sacerdote, cual presentaba los deseos de Dios al Cruzoob de forma escrita. Pronto, otros centros de adoración de la Cruz Parlante aparecieron, en pueblos como Xpalma, Chumpón, San Antonio Muyil, y Tulum.
En Tulum, la Alta Sacerdota del culto (quién era conocida como La Santa Patrona) era María Uicab, una mujer carismática y poderosa que había dejado unos tres o cuatro maridos en su estela. Por 1870, María había convertido Tulum en el centro mayor de las operaciones del culto, desplazando a Chan Santa Cruz como el pueblo más importante de los rebeldes Mayas en Yucatán.
Algún día durante su reinado sobre la ciudad amurallada, un misionero español llego por barco a Tulum para visitar a la sacerdota y tratar de convencerla a dejar de pelear con los Yucatecos. María ordeno sus soldados a matar el misionero, quitar la carne de su esqueleto y colocar sus huesos en cemento en frente del Castillo de Tulum, como un símbolo del poder que La Cruz Parlante tenía sobre las religiones de los españoles.
En 1977, visite las ruinas en Tulum y tome esta foto de lo que permanecía de los huesos del misionero. Posteriormente, los restos fueron extraídos por INAH.
El 21 de enero de 1871, mil tropas del gobierno de Yucatán conducidas por Coronel Daniel Traconis atacaron Tulum de sorpresa, capturando al hijo de María, y obligando a la Alta Sacerdota a huir para evitar ser capturada. Reuniendo sus tropas, María contra-atacó el 3 de julio de 1872. El contra-ataque fue contestado por el Ejercito Yucateco casi inmediatamente, y a partir de aquel tiempo, nunca mas María fue mencionada, por lo cual, la mayor probabilidad es que fui matada en la batalla.
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